Uno no se da cuenta de cuanto extraña hasta que vuelve a experimentar la sensación de estar completo; conforme pasa el tiempo nos vamos acostumbrando a vivir y ser felices con lo que tenemos a nuestro alrededor y aquello que tanta falta nos hacía pasa a tener un lugar secundario, deja de doler y fácilmente olvidamos la importancia que tiene –o bien le damos.
Según Darwin, sobrevive el más fuerte, y para que sobrevivir uno tiene que dejar ir y estar en constante movimiento; es imposible que una persona que desea crecer en todos los aspectos posibles se quede estancada en un trozo de su vida. Desde algunos puntos de vista, esto es muy positivo: las personas dejan de sufrir y encuentran un reemplazo; en otros, esto se puede volver negativo: aquí es donde se rompen relaciones que parecían ser eternas.
Estar en casa, saborear la comida de mamá, visitar a mis abuelos y platicar aunque sea por diez minutos con mi mejor amiga me trajeron a un mundo que ya no recordaba; nunca imaginé que extrañaba tanto esto hasta que lo volví a tener.
En todo el tiempo que estoy fuera siempre extraño mi casa, mi familia, mis amigos; tengo muchos recuerdos muy lindos que me acompañan en el andar diario. Hoy que estoy en casa y no tardo en irme por más tiempo del que normalmente me voy me di cuenta de que estando aquí, teniendo todo, es cuando valoro más y me invaden las ganas de no irme lejos, quedarme dentro de este mundo tan mío que ningún otro lugar me puede ofrecer.
No sólo se trata de extrañar una forma de vida, también se trata de darnos cuenta cuanto nos hacen falta muchas personas cuando nos vamos; extraño a mis papás, a mis abuelos, a muchos amigos, a cada uno de ellos de una forma muy particular y sobre todo extraño a la amiga con quien compartí más de un semestre lejos, a quien me acompañó en los momentos difíciles cuando extrañé más "lo de acá”. Es la persona con la que aprendí a sobrevivir estando lejos, con la que me acostumbré a estar cuando no tenía todo lo demás que extrañaba. Es triste saber que después de un semestre había dejado a un lado la sensación de poder platicar por horas sin guardar nada, de saber que están ahí para ti y que tu estás ahí para alguien más; pero es más triste recordar cuanta falta te hace, cuando sabes que cada minuto que pasa se reduce el tiempo que tienen para compartir.
Esperaré con ansias el próximo encuentro: mantendré vivo el deseo de ver a toda la gente que quiero, las ganas de estar en casa y sobre todo esperaré pacientemente esa visita que se bien que me hace falta.
Según Darwin, sobrevive el más fuerte, y para que sobrevivir uno tiene que dejar ir y estar en constante movimiento; es imposible que una persona que desea crecer en todos los aspectos posibles se quede estancada en un trozo de su vida. Desde algunos puntos de vista, esto es muy positivo: las personas dejan de sufrir y encuentran un reemplazo; en otros, esto se puede volver negativo: aquí es donde se rompen relaciones que parecían ser eternas.
Estar en casa, saborear la comida de mamá, visitar a mis abuelos y platicar aunque sea por diez minutos con mi mejor amiga me trajeron a un mundo que ya no recordaba; nunca imaginé que extrañaba tanto esto hasta que lo volví a tener.
En todo el tiempo que estoy fuera siempre extraño mi casa, mi familia, mis amigos; tengo muchos recuerdos muy lindos que me acompañan en el andar diario. Hoy que estoy en casa y no tardo en irme por más tiempo del que normalmente me voy me di cuenta de que estando aquí, teniendo todo, es cuando valoro más y me invaden las ganas de no irme lejos, quedarme dentro de este mundo tan mío que ningún otro lugar me puede ofrecer.
No sólo se trata de extrañar una forma de vida, también se trata de darnos cuenta cuanto nos hacen falta muchas personas cuando nos vamos; extraño a mis papás, a mis abuelos, a muchos amigos, a cada uno de ellos de una forma muy particular y sobre todo extraño a la amiga con quien compartí más de un semestre lejos, a quien me acompañó en los momentos difíciles cuando extrañé más "lo de acá”. Es la persona con la que aprendí a sobrevivir estando lejos, con la que me acostumbré a estar cuando no tenía todo lo demás que extrañaba. Es triste saber que después de un semestre había dejado a un lado la sensación de poder platicar por horas sin guardar nada, de saber que están ahí para ti y que tu estás ahí para alguien más; pero es más triste recordar cuanta falta te hace, cuando sabes que cada minuto que pasa se reduce el tiempo que tienen para compartir.
Esperaré con ansias el próximo encuentro: mantendré vivo el deseo de ver a toda la gente que quiero, las ganas de estar en casa y sobre todo esperaré pacientemente esa visita que se bien que me hace falta.
5 comentarios:
querida! aqui estoy..es verdad..no te he comentado pero siempre te leo..muy mal hecho por mi parte..aqui vengo y ohh me he topado con este post q habla y dice todo lo q yo siento..apesar de q hace mas de tres años q no estoy con mis padres..cierta tristeza me entro..pero es tan cierto lo q dices! me hiciste volver a ver mi infancia, mis amigos de toda la vida y lo q se disfruta estando en tu rincon, en ese acojedor lugar en el cual te criaste..vaya! me ha encantado lo q espresaste amiga..gracias! si, porq me hiciste valorar algunas cosas..q aveces uno por estar tan lejos se vuelve frio a la fuerza..
prometo no ausentarme tanto!
abrazos..ro.
Hola:
Muchos considerar que valorar lo que tenemos es difícil, en mi caso me gusta mucho observar. Considero que no solo en el DF hay personas en las esquinas que no tienen la fortuna de tener un techo a donde llegar, de no contar con alguien que se preocupe por ti y que se desvela esperando que llegues. Considero que una persona puede y es la diferencia no solo en un día sino en la vida, la causa lucha, de inspiración, el estandarte de una patria "imaginaria" que tiene lo que eres.
Dichosos aquellos en cuyas vidas no solo tienen una persona que los ha marcado, sino varias. Pero, esas personas saben que tanto han influido en ti?, Qué tanto las aprecias? A veces vemos algunas muestras de afecto como innecesarias o cursis, pero son esas muestras parte de nuestra felicidad, vienen de un nacimiento emocional que muchas veces reprimimos.
Por eso hay que dejarse querer y querer, hablar, decir y atreverse a disfrutar.
Siempre es un placer leerte.Especialmente cuando tiene tanto sentimiento.
besos
lesan
dayana pasame tu mail par mandarte una invitacion a leer mi blog
Eres muy buena sabías? =) Me gustan tus reflexiones, pero lo que más me gusta es como puedes plasmar el sentimiento en palabras. No cualquiera pequeña! Es de admirarse. Además, sabes escribir demasiado correctamente! Me impresionas =). Es como yo. jajaja aunque parece que tú escribes más correctamente que yo, lo cual me llama mucho la atención.
Cuando uno extraña, no extraña personas ni objetos: extraña experiencias vividas, extraña momentos pasados, extraña situaciones personales; es decir, no a las personas, sino lo vivido con esas personas, lo experimentado en la interacción con ellas y eso es lo que veo en tu escrito. Me gusta =)
Saludos
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