sábado, enero 31, 2009

Pecera


Veo los carros pasar, el ruido de la ciudad me parece lejano y se combina con la música que sale de mis audífonos, un movimiento brusco me hace apretar la mano contra el frío tubo metálico que pasa por encima de mi cabeza: mis habilidades de surfeo parecen estar al día. Me vuelvo a concentrar en los carros que corren apresurados: creen que con acelerar para llegar antes al semáforo y tocar el claxon ganarán minutos extras.

Llego a mi destino, el transporte público en esta ciudad es un asco, pero no hay de otra, prefiero tardarme y ser independiente. Recorro un estacionamiento enorme, la música sigue iluminando mis pasos, la vida a mi alrededor parece borrosa e irreal. Entro al establecimiento, recorro unos pasillos, encuentro lo que busco, lo pago y regreso a la parada.

Subo a otro autobus y esta vez hay lugares disponibles, me siento. Una niña sentada enfrente de mi sonríe, me parece graciosa; la niña habla pero no puedo escucharla, me quito los audífonos, la vida parece hacerse real, la niña deja de hablar y regreso a mi mundo: prefiero ser observadora que parte de la escena. Vuelvo mi atención una vez más a los carros, los conductores manejan de manera irracional, es sábado en la tarde ¿qué tanta prisa pueden tener?

Se me graba una frase que escucho en mi cabeza, va acompañada con música, Jumbo tiene mucha razón:


"El tráfico de la ciudad es la versión moderna de las estampidas de carácter animal"

sábado, enero 24, 2009

Pasajes

– Me caes mal.

– ¿Yo?

– Sí tú, siempre es la misma, empedas a todo el mundo y tú tomas súper tranquilo y nunca te pega.

– Sólo cuando organizo.

– Siempre hay alguien como tú en cada bola, la que se ríe de los borrachos.

Una sonrisa malévola se pinta en el rostro.

– Mmmm es más divertido.

– Sí, para ti.

– Bueno, a ver, ¿te estás divirtiendo?

– Sí

– Entonces deja de quejarte de mis métodos.

Las jelly-shots siguieron acercándose a sus víctimas: todos terminaron encantados.

sábado, enero 17, 2009

Primer entrega de a ver qué tantas..

Un texto: dos frases que me quitaban el sueño, ideas que se formularon mientras intentaba dormir. Así empecé: sin poder conciliar el sueño decidí levantarme, prender la luz y palpar las palabras que punzaban en mi cabeza.

No sé en qué terminará, sé que intentará parecer -o bien ser- arte - mas no sé si lo conseguirá. Por lo pronto sigue siendo un texto, kitsch, sin profundidad, un poco largo, pero un texto al fin y al cabo. La inspiración entró por la ventana mientras trataba de dormir, iluminó mi mente por escasos dos minutos y se fue prometiendo volver.

Un texto, eso es hoy, no sé que será mañana.

miércoles, enero 14, 2009

Crónica del pedazo de una noche

– Es por cooperación hoy. – dice el joven de la entrada.

Humo, mucha gente para ser lunes y buena música nos recibe una vez arriba. Las miradas de los cuatro registran el lugar, nadie conocido, toda la barriada. La música nos aturde, platicamos a gritos y medio nos entendemos; si queríamos conversar hubiéramos escogido otro lugar. El ritmo se instala en el cerebro y lo acompaña una cerveza, será una buena noche.

El show empieza, Yuridia inaugura la noche, parece mujer, es impresionante. LLegan los retos, Chachita es la primer (des)afortunada.

– Encuérate puta – le dice el/la vestida y ella pide música.

El performance continúa, la mujer/muchacha/no-sé-có-mo-lla-mar-le empieza a bailar lo más "sexy" que sus lonjas se lo permiten y después de unos cuantos "meneitos" se desabrocha la blusa. Me volteo a decirle algo a uno de mis compañeros y cuando mi vista regresa al escenario la blusa ha desaparecido. No puedo creerlo, Chachita se da una vuelta y derrepente está topless haciendo movimientos grotescos ante los ojos de todos los asistentes. Me pongo de espaldas, no soporto tan burda imagen; Chachita ha cumplido su sueño de hacer striptease en público.

Podría continuar...

sábado, enero 10, 2009

Precedentes del semestre



Último viernes de vacaciones, reencuentro con amigos, un año recién llegado y un semestre por iniciar; combinación perfecta para festejar. Esta vez había un motivo más: estrenar las primeras piezas de lo que algún día será todo un kit de bar casero, un shaker y dos copas para martinis llegaron a mis manos de parte de un buen amigo como regalo navideño el jueves y nos dispusimos a estrenarlas al día siguiente.

Al llegar los nuevos utensilios a mi casa, en automático mi cerebro recordó un libro, que 2 años atrás compré en San Francisco, el cual no había sido estrenado por mí -mas sí utilizado por alguien más- y convoqué a mis amigos a una "precopa" en mi casa que terminó siendo ¿mega-peda? -llamémosle así.

Ya el viernes, la noche empezó no tan chida: después de tardar horas en escoger algunas recetas de las 600 que el dichoso librito, New American Bartender's Handbook, trae no dirigimos más rápido que en chinga a comprar los ingredientes porque se hacía tarde y algunos de los invitados de la precopa tenía planes para más tarde. Como era lógico no conseguiríamos hierba buena a las 10 de la noche en una licorería así que dejamos los mojitos para otra ocasión y nos dispusimos a buscar los ingredientes para los martinis. Cosmopolitan y Casablanca era lo que prepararíamos así que compramos Ron, Vodka, Cointreau y los respectivos jugos de arándano -que bastante lata nos dieron-; el hielo y los limones los llevaría alguien más, estábamos completos ahora sí.

Llegando al depa, nos bajamos todos apurados y desesperados por empezar a preparar. Las bolsas con las botellas las traíamos en las manos y derrepente nos dimos cuenta de que faltaba una, estaba en el carro, era cuestión de regresar por ella solamente. Una mano abrió la puerta, sacó la bolsa y ¡craaaaaaaaaaack! la botella de Vodka se deslizó por un hoyo de la bolsa y tronó en el piso. Beberíamos Casablanca solamente.

Hubo quien hizo corajes, berrinches y demás. Yo me reí, no lo pude evitar. Empecé a "preparar" las bebidas cuando, eemm digamos que el encargado de los limones se dio cuenta de que los olvidó. Más risa vino a mi boca y más coraje para los que tenían que irse pronto. Fueron por limones y mientras llegaban un intento de Cosmo con Ron en vez de Vodka y sin limón fue lo que salió del shaker y llenó las primeras copas. Es preciso señalar aquí que las expresiones de quienes probaron el intento de martini fueron muy cómicas, el sabor era una combinación de dulce con demasiado alcohol, faltaba el limón para matar un poco el sabor a Ron, el cual en primer lugar debería de haber sido Vodka.

Después de entender que las mediciones que venían en el libro nos pondrían demasiado ebrios en menos de dos horas decidimos meterle un poco de lógica de tanteo, al poco tiempo llegaron los ingredientes que faltaban (los limones y una botella más de Vodka) y las cosas mejoraron notoriamente.

La velada transcurría tranquila, gente iba y venía -bueno, perdón, no exageraré, llegó gente, se fue, llegó más, se fue y alrato llegó más y se quedaron- el humor se ponía más negro y más divertido, las anécdotas de las vacaciones, los viajes, los años en el extranjero y del semestre pasado se hicieron presentes y se combinaron con las bebidas que preparábamos y que cada vez tenían mejor sabor -aún no sabemos si era por la sobriedad que perdíamos poco a poco o si era porque en verdad nos estaban quedando más ricas.

Ya muy tarde, cuando todos traíamos muy buena fiesta, vi a un amigo -del cual no mencionaré el nombre por mi propia seguridad- que medio se tambaleaba mientras se servía un poco de agua mineral y le exprimía un limón a su copa de martini. Él se preparaba una bebida más y la ausencia de alcohol me parecía un poco extraña e inusual para su persona así que me dispuse a interrogar sus actos.

- ¿Qué te preparas? - le pregúnté.
- Un Vodka Tonic sin Vodka - me contestó muy seguro y confiado de si mismo, lo cual me causó gracia, realmente se llama Vodka Ricky, ya que el Tonic es con agua kina y no mineral y de todas formas él se preparaba otra cosa.
- Eso se llama limonada, te aviso - le comenté.
- ¡Ah! emm, no sabía - me contestó.

La risa explotó en cada uno de los que estábamos ahí.

viernes, enero 09, 2009

Versos que me encontré


Nadie rebaje a lágrimas o reproche

Esta declaración de la maestría
De Dios, que con magnífica ironía
Me dio a la vez los libros y la noche

Jorge Luis Borges

viernes, enero 02, 2009

Should I?


New year, new life, break? Should I be different this time? Should I change my routine, not follow the social rules and give my self some time? Is it that bad changing plans or is it just my fear to move to a new territory that I haven't explored before?