Coleccionista de recuerdos

En corto y sin muchos detalles puedo decir que soy una persona que olvida lento y cambia poco a poco; no es que no me guste cambiar, pero me cuesta trabajo, aún cuando es para algo muy bueno. Me cuesta mucho desprenderme de mis cosas aún cuando sé que ya no me sirven, no me quedan o definitivamente están desbaratándose de viejas.

Sí cambio, en muchas cosas, pero me gusta conservar lo más que se pueda de lo que tenía -o bien fui- antes, aún cuando sólo sea para tenerlo arrumbado por ahí. Tanto con cosas materiales como con mentales, espirituales y emocionales: soy coleccionista de recuerdos.

Precisamente hoy, después de 3 años exactos, cambié de cartera. La última vez que estuve por la Bay Area de San Francisco compré una cartera Guess negra de piel chica con quien compartí los últimos años y la cual fue testigo de mis momentos de abundancia y de mis quiebras. Hace unos meses -como dos creo- después del uso diaro se rompió el zipper de la bolsita para poner monedas y decidí que ya era tiempo de cambiarla por un modelo nuevo y más grande. Había pensando unos meses antes en que necesitaba una más grande y que la piel de ésta ya se veía gastada, pero no había querido cambiarla y cuando definitivamente vi que ya no daba para más comprendí que estaba sobre-usada.

Esperé a encontrar un modelo que en realidad me gustara y no fuera tan caro y hoy precisamente en otra tienda Guess encontré justo lo que buscaba: una cartera café, grande, con muchos compartimientos y espacio para todo el cochinero (recuerdos y más recuerdos) que traigo siempre conmigo. Preferí batallar esos dos meses trayendo las monedas en el pantalón o sueltas en la bolsa que comprar al aventón algo que no me llenara y no me fuera a dejar satisfecha tras el cambio.

Entre las tarjetas de presentación que colecciono -sí, tiré algunas que no me servían, aunque la pensé he de decirlo- encontré un papelito amarillo doblado (un post-it) con algo escrito adentro en tinta negra. Lo primero que se me vino a la mente fue: una lista de mandado vieja, una receta o bien una dirección; pero no, vaya sorpresa que me llevé cuando leí la notita que dice:

"Today is the great day... the day wich i picked to change

my life and feelings;the day that will make me start

to grow up and mature until ending in a better person.
Today is the big day and it does not matter

how it hurts to let you go, I don't care to suffer a bit

right now cause this will make me strong for the future.
Is better to suffer today for a while then for ever.
This love has to end. I had a great time with you.
May3, 2005"

Me causó gracia, quitando mi mala gramática en inglés, la nota es cómica: tenía -calculando por la fecha- como dos meses de haber cortado y definitivamente estaba más mocosa que ahorita. No recuerdo en qué momento escribí esa nota, ni si tenía la intención de entregarla o sólo guardarla para leerla a diario y recordar que debía se fuerte, pero me sacó una sonrisa de esas cuando piensas "las pendejadas que hacía" y seguí con mi tarea de pasar mis artículos y hacer una limpieza de papeles para mi nueva cartera.

Cuando sacaba las últimas cosas -los recuerdos sólidos que guardo- encontré cosas muy interesantes también: mi billete de dos dólares dobladito que me regaló mi tía Nini hace tres años que estuve aquí, un euro que me dio la wera (Jocelyn) cuando regresó despúes de su año en París y por último dos cuarzos rosados con los cuales me volví a reír: hace, qué será, un año aproximadamente compré en una exposición de artesanías oaxaqueñas en la Plaza de Huatabampo esas dos pequeñas piedras, una para mí y otra para mi ex. Tenía pensado regalársela cuando lo volviera a ver para así poder tener una cada uno y traerla siempre con nosotros. Cursilerías por supuesto, aveces me sorprende lo kistch que puedo llegar a ser.

En fin, hice un cambio necesario, me divertí y recordé. Creo que el proceso fue exitoso y al fin tengo una cartera nueva que mucha falta me hacía. Creo que con eso marco la nueva faceta que estoy empezando: dejo mis fieles camisetas y tennis para empezar a vestirme un poquito mas nice/formal con blusitas y zapatitos. Por supuesto que no dejaré para siempre las camisetas, pero pues si trataré de variarle más y arreglarme siempre. Ya era hora, ya lo estoy trabajando, cambio la cartera y así marco el inicio.