Caminaban por Chapultepec en una noche templada, la avenida se iluminaba con las luces de los autos que pasaban enseguida del camellón; había mucha gente alrededor, la música de algún grupo alternativo se escuchaba de fondo y los puestos de libros usados, pinturas, fotografías, pulseras, colguijes, camisetas y mil cosas más esperaban pacientes por sus compradores.
Ellos caminaban tranquilamente con un cono de nieve en las manos.
– Esta es una noche perfecta sabes – le dijo ella.
– ¿Tú crees? – contestó él, – y ¿a qué se debe?
– Estoy en mi zona favorita de la ciudad, caminando de noche, acabamos de cenar riquísimo en el corredor gastronómico, y nos estamos comiendo la nieve de la cual teníamos días con antojo. Aparte, estoy con una persona muy agradable y mi persona favorita.
– ¿Ah sí? ¿y con quién estás? – le preguntó él con una sonrisa en la boca esperando escuchar su nombre enseguida.
– Pues conmigo misma, ¿quién más? – contestó ella.
Más tarde, después de recorrer los puestos y no comprar nada, se sentaron en una banca que sin explicación ni justificación está extrañamente colocada en una esquina. Una pareja tomada de la mano pasó frente a ellos: él vestido de pantalón y camisa sin mucho chiste, ella con un short muy corto, una blusa de tirantes y tacones –se notaba que moría de frío.
– ¿Para qué se tortura congelándose si ya trae al chavo de la mano? – dijo ella para amenizar su rato de ocio.
– Para mantenerlo querida, eso es algo que tú sigues sin entender – le contestó él con una amplia sonrisa cobrándose el comentario anterior.
– Lee entre líneas – respondió ella con indignación.
* Cortesía y dedicado para Bto, mi compañero de noche por Chapultepec.
Ellos caminaban tranquilamente con un cono de nieve en las manos.
– Esta es una noche perfecta sabes – le dijo ella.
– ¿Tú crees? – contestó él, – y ¿a qué se debe?
– Estoy en mi zona favorita de la ciudad, caminando de noche, acabamos de cenar riquísimo en el corredor gastronómico, y nos estamos comiendo la nieve de la cual teníamos días con antojo. Aparte, estoy con una persona muy agradable y mi persona favorita.
– ¿Ah sí? ¿y con quién estás? – le preguntó él con una sonrisa en la boca esperando escuchar su nombre enseguida.
– Pues conmigo misma, ¿quién más? – contestó ella.
Más tarde, después de recorrer los puestos y no comprar nada, se sentaron en una banca que sin explicación ni justificación está extrañamente colocada en una esquina. Una pareja tomada de la mano pasó frente a ellos: él vestido de pantalón y camisa sin mucho chiste, ella con un short muy corto, una blusa de tirantes y tacones –se notaba que moría de frío.
– ¿Para qué se tortura congelándose si ya trae al chavo de la mano? – dijo ella para amenizar su rato de ocio.
– Para mantenerlo querida, eso es algo que tú sigues sin entender – le contestó él con una amplia sonrisa cobrándose el comentario anterior.
– Lee entre líneas – respondió ella con indignación.
* Cortesía y dedicado para Bto, mi compañero de noche por Chapultepec.
4 comentarios:
Bueno, no dije "querida", pero hubiera sido un excelente toque jaja.
Muy buena noche y ya quedamos: ¡se repite la siguiente semana!
lo sé.. pero estética y literariamente se veía bien así que me tomé la molestia de agregárselo jajaja..
me encantó, simplemente me encantó...
Me encantó, simplemente me encantó....
Publicar un comentario