Veo los carros pasar, el ruido de la ciudad me parece lejano y se combina con la música que sale de mis audífonos, un movimiento brusco me hace apretar la mano contra el frío tubo metálico que pasa por encima de mi cabeza: mis habilidades de surfeo parecen estar al día. Me vuelvo a concentrar en los carros que corren apresurados: creen que con acelerar para llegar antes al semáforo y tocar el claxon ganarán minutos extras.
Llego a mi destino, el transporte público en esta ciudad es un asco, pero no hay de otra, prefiero tardarme y ser independiente. Recorro un estacionamiento enorme, la música sigue iluminando mis pasos, la vida a mi alrededor parece borrosa e irreal. Entro al establecimiento, recorro unos pasillos, encuentro lo que busco, lo pago y regreso a la parada.
Subo a otro autobus y esta vez hay lugares disponibles, me siento. Una niña sentada enfrente de mi sonríe, me parece graciosa; la niña habla pero no puedo escucharla, me quito los audífonos, la vida parece hacerse real, la niña deja de hablar y regreso a mi mundo: prefiero ser observadora que parte de la escena. Vuelvo mi atención una vez más a los carros, los conductores manejan de manera irracional, es sábado en la tarde ¿qué tanta prisa pueden tener?
Se me graba una frase que escucho en mi cabeza, va acompañada con música, Jumbo tiene mucha razón:
"El tráfico de la ciudad es la versión moderna de las estampidas de carácter animal"
Llego a mi destino, el transporte público en esta ciudad es un asco, pero no hay de otra, prefiero tardarme y ser independiente. Recorro un estacionamiento enorme, la música sigue iluminando mis pasos, la vida a mi alrededor parece borrosa e irreal. Entro al establecimiento, recorro unos pasillos, encuentro lo que busco, lo pago y regreso a la parada.
Subo a otro autobus y esta vez hay lugares disponibles, me siento. Una niña sentada enfrente de mi sonríe, me parece graciosa; la niña habla pero no puedo escucharla, me quito los audífonos, la vida parece hacerse real, la niña deja de hablar y regreso a mi mundo: prefiero ser observadora que parte de la escena. Vuelvo mi atención una vez más a los carros, los conductores manejan de manera irracional, es sábado en la tarde ¿qué tanta prisa pueden tener?
Se me graba una frase que escucho en mi cabeza, va acompañada con música, Jumbo tiene mucha razón:
"El tráfico de la ciudad es la versión moderna de las estampidas de carácter animal"