Hace justo un año escribí un post para sacudirme el 2008 y abrirle la puerta a un año nuevo. Mis expectativas eran nulas, había tenido un cierre de año difícil y lo menos que quería era planear y toparme con pared de nuevo. Mi deseo más profundo era pasar el cierre del año sin tener que lamentar nada, en un lugar lejano, rodeada de gente con la que usualmente no convivo en este día. Al final terminaré un año más en casa, compartiré los últimos minutos con mi familia y veré a los amigos de siempre.
De lo que pensé ese día a como terminó hoy, hay un abismo enorme. El 2009 fue un año mucho mejor de lo que me pude haber imaginado. Terminé la mejor etapa de mi vida que hasta ahora he vivido, la cerré de la mejor manera posible: un viaje, un beso, muchos abrazos, millones de conversaciones y un gran cambio. Quizá no estoy como esperaba estar pero sin duda estoy mejor. Al final mi viaje fue más grande de lo que esperaba, a un lugar más lejos y menos imaginado.
Hace también un año escribí aquí que regresar no era lo mío. Que no debía cometer ese error. Hoy que estoy de vuelta creo que no debo descartar una opción sin probarla. No puedo juzgar como buena o mala una decisión de la cual no he experimentado sus consecuencias. Y aquí estoy, dispuesta a jugármela, llena de dudas. Y así es, extraño lo que dejé, no sé si lo soportaré, pero de lo que estoy segura es que pondré todo mi esfuerzo.
Adiós 2009, gracias por devolverme al ruedo. Bienvenido 2010, no sé que esperar de ti, pero adelante, entra, aquí estoy.
De lo que pensé ese día a como terminó hoy, hay un abismo enorme. El 2009 fue un año mucho mejor de lo que me pude haber imaginado. Terminé la mejor etapa de mi vida que hasta ahora he vivido, la cerré de la mejor manera posible: un viaje, un beso, muchos abrazos, millones de conversaciones y un gran cambio. Quizá no estoy como esperaba estar pero sin duda estoy mejor. Al final mi viaje fue más grande de lo que esperaba, a un lugar más lejos y menos imaginado.
Hace también un año escribí aquí que regresar no era lo mío. Que no debía cometer ese error. Hoy que estoy de vuelta creo que no debo descartar una opción sin probarla. No puedo juzgar como buena o mala una decisión de la cual no he experimentado sus consecuencias. Y aquí estoy, dispuesta a jugármela, llena de dudas. Y así es, extraño lo que dejé, no sé si lo soportaré, pero de lo que estoy segura es que pondré todo mi esfuerzo.
Adiós 2009, gracias por devolverme al ruedo. Bienvenido 2010, no sé que esperar de ti, pero adelante, entra, aquí estoy.