viernes, diciembre 19, 2008

Lo que se va


Me temo que ya no volverán esos días, sé que los extrañaré. Despertaré un día con ganas de volverlos a vivir y no me quedará mas que recordar y tratar de volver a sentirme ahí, como cuando podía disfrutarlos . Pasarán los años y los guardaré en mi memoria, volveré a recordarlos más adelante y así, por ciclos o en momentos inesperados, aparecerán como fotografías olvidadas en mi vida diaria, no serán muy constantes lo sé, hay algo que me lo dice.

No seré la única en recordarlos y añorarlos, quizá con distintos tiempos y de diferente forma, habrá alguien más que los recuerde, los repase y los reviva. No por evocarlos regresarán, simplemente vendrán los fantasmas de lo que fueron -y fuimos.

Siempre me preguntaré qué tan seguido se hacen presentes esos fantasmas, qué tan en paz dejan vivir a quien los evoca, ¿los evocará siquiera? ¿podrá recordar? ¿querrá hacerlo?

No obtendré jamás respuesta a mis preguntas, por eso dejaré de hacérmelas.


8 comentarios:

Roque dijo...

"Me temo que ya no volverán"... No tiene nada de malo el recordarlos como parte importante de tu vida. Pero no creo que sea temor lo que sientas al creer que no volverán. Si es así es porque crees que no habrá algo mejor posteriormente... y no creo que sea así. Todo es perfectible.

dayanna* dijo...

¿si no es temor qué es Roque?

Anónimo dijo...

No estarán muertos mientras sean recordados, y acordarte en malos tiempos que alguna vez hubo buenos tiempos, y hacer todo lo posible por que las futuras generaciones puedan gozar de un futuro mejor.

Nada se pierde mientras sirva para algo.

Saludos.

B. dijo...

El recuerdo es buena compañía... creo.

Y lo demás, ¿qué importa?

Ya tengo tu libro.

Nicanor Arenas Bermejo, palabrista dijo...

Y sin las preguntas ¿qué somos? No todas las preguntas requieren una respuesta, y no todas las preguntas tienen respuestas irrefutables, porque además, cada verdad profunda tiene su contraparte en otra verdad profunda: es decir, que en verdad nada es de verdad, aunque lo sea, ¿no crees?

Yo le apuesto a la contradicción, es eso lo que me hace palpitar, y no mi corazón. Estoy seguro que el día en que terminen mis contradicciones dejaré de existir, me habré evaporado.

Por otra parte, no estoy de acuerdo con Roque. Eso de que todo es perfectible se me hace un tanto ingenuo. Hay algo inexplicable sugiriéndome que todo decae: todo deviene en nada.

Saludos desde la hoguera

Unknown dijo...

sí, sería sano dejar de hacértelas...

te mando un saludo, chica guapa... dando señales de vida... cuídate.

Anónimo dijo...

Dayanna,
Yo tambien siento nostalgia y a veces quisiera dejar de cuestionarme.

Saludos.

Tritza dijo...

quien no conoce su historia esta condenado a repetirla...

son esos "fantasmas" los que nos dejan segur adelante aunque parezca que nos atan al pasado..