jueves, abril 08, 2010

Añoraré...

Empiezo a creer que tengo vocación de wedding planner; no hay cosa que disfrute más que estar detrás de la organización de un evento. Puede ser un congreso, una conferencia, una fiesta, un viaje, una cena con amigos, un festival de talentos o un taller para jóvenes. Planear me llena de vida, quizá sea por eso que me cuesta tanto aterrizar las cosas en mi vida: disfruto tanto la planeación que pocas veces me atrevo a dar el siguiente paso. Para los eventos es diferente, la planeación me emociona y cuando se concreta todo me lleno de euforia.

Sé que lo añoraré mañana, mientras mis mejores amigos disfruten de los frutos de sus esfuerzos. Cuando pronuncien las palabras de inauguración, cuando la coordinadora de logística de salida para arrancar con la primer conferencia. Sé que mientras esté lejos cumpliendo mis deberes escucharé en mi mente las palabras que pronunciarán los maestros de ceremonias e imaginaré las célebres frases de los conferencistas. En fin...

Mañana será un gran día para muchos. Mañana el esfuerzo de meses se transformará en una de las mejores sensaciones que podrán vivir los organizadores. Yo pensaré desde lejos que amé que me dejaran participar un poco, que disfruté las pocas juntas a las que pude asistir, que me encantó verlos trabajar, que estoy orgullosa de su logro y que muero de ganas de poder estar ahí.

¡Éxito amigos!

Lo siento si esto terminó siendo una cursilería.

Felicidades, el Primer Congreso de Relaciones Internacionales, Más allá del Bicentenario: Las revoluciones necesarias para América Latina, está aquí y será todo un éxito en un par de horas.


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