Sin planes, sin expectativas, sin compromisos conmigo misma ni con alguien más, sin propósitos y sin saber donde y/o con quien pasaré los últimos minutos el año que está por comenzar. Así empezaré el año, sin saber qué me deparará el destino, sin saber qué haré con mi vida, sin saber si serán éxitos o fracasos, risas o lágrimas los que llenen mis meses.
Esta vez el próximo 31 de diciembre -si la vida lo permite- no tendré un checklist con palomitas y crucecitas, no voltearé a ver mi pasado y me alegraré por algunas cosas y me lamentaré por otras. El próximo diciembre llegaré al final del 2009 con tranquilidad nomás, estaré feliz por haberlo vivido, sabré que un año más pasó y que empezaré otro más.
2009 será un año expontáneo, que se construirá por momentos que se irán entrelazando para conformar un año más de vida.
Esta vez el próximo 31 de diciembre -si la vida lo permite- no tendré un checklist con palomitas y crucecitas, no voltearé a ver mi pasado y me alegraré por algunas cosas y me lamentaré por otras. El próximo diciembre llegaré al final del 2009 con tranquilidad nomás, estaré feliz por haberlo vivido, sabré que un año más pasó y que empezaré otro más.
2009 será un año expontáneo, que se construirá por momentos que se irán entrelazando para conformar un año más de vida.